La viuda de Hugh Hefner pone en peligro el legado del fundador de ‘Playboy’

Haciendo honor al nombre de ‘Playboy’, la revista que fundara en 1953, Hugh Hefner , de entonces 84 años, anunció a finales de 2010 que se iba a casar por tercera vez. En esta ocasión, la elegida fue Crystal Harris , que el día de su boda contaba tan sólo veinticuatro primaveras. Pese a su avanzada edad, el empresario no había perdido sus dotes , pues la joven había sido elegida ‘conejita del año’ un año antes de su compromiso, en diciembre de 2009. Una imagen de la boda de Hefner y Crystal REUTERS Un matrimonio que duró hasta el 27 de septiembre de 2017, día en el que el magnate perdió la vida después de sufrir una sepsis a los 91 años. En un primer momento, su viuda desapareció de la vida pública, aunque poco tiempo después rompió su silencio concediendo algunas entrevistas en diferentes revistas y programas de televisión estadounidenses. Noticias Relacionadas estandar No El secretismo que rodea la enfermedad de Kate Middleton F. B. estandar No El Rey Carlos III de Inglaterra llega al hospital para operarse de un agrandamiento de próstata, según medios británicos ABC El pasado mes de agosto, Crystal sorprendió anunciando la publicación de sus memorias, ‘Only Say Good Things: Surviving Playboy And Finding Myself’ (‘Di sólo cosas buenas: sobrevivir a Playboy y encontrarme a mí misma’), que esta semana han visto la luz. En ellas, la joven modelo realiza confesiones tan impactantes como que nunca estuvo enamorada del empresario , la cosificación y la misoginia que sufrió los años que vivió dentro de la famosa Mansión de Playboy o el trauma del que todavía se está tratando. Las memorias de Crystal Hefner rrss Cintas sexuales Además, la joven confiesa que en el dormitorio principal de la casa había un un circuito de cámaras ocultas para poder grabar todo tipo de encuentro sexuales. «Eran como pequeños agujeros espías», describe Crystal en su libro. «Cuando le pregunté por ellos simplemente se encogió de hombros. ‘¿Para qué sirven?’, le pregunté. ‘Solía filmar muchos VHS’, dijo con orgullo. Hef tenía cientos de horas de cintas sexuales», explica. Unas grabaciones en las que aparecen «celebridades de primer nivel» participando en «orgías salvajes»: «Había políticos y líderes empresariales, muchos casados», detalló la viuda del magnate. Además, detalla que en la habitación «había un gran espejo en el techo y mientras en la cama yo estaba encima de él, practicando sexo con Hugh por primera vez, ni una sola vez me miró a los ojos. Miraba arriba, observando lo que ocurría en el espejo». Las memorias de Crystal comienzan cuando la joven acudió a una fiesta de Halloween celebrada en 2008 en la mansión. Una lujosa casa de 1.860 metros cuadrados con 29 dormitorios, un zoológico privado y una casita para los huéspedes: «Parecía un mundo de éxito y fantasía, pero todos tienen que acostarse con una persona de 80 años . Hay un precio. Todo tiene un precio». Una visión que cambió completamente cuando comenzó a vivir en la Mansión de Playboy y vivió de primera mano las condiciones paupérrimas en las que se encontraba la vivienda: «No se limpiaba tan bien, había moho y después de un tiempo se sentía descuidado y asqueroso. Había demasiadas fiestas: estaba todo desgastado », describe. «Todos esos animales estaban muy deprimidos y tristes. Todo fue una ilusión. Ni siquiera sé era feliz, para ser honesta», añade. Hugh y Crystal Hefner agencias Jaula de oro Ahora, Crystal  recuerda todo lo vivido como una pesadilla. Es por ello que quiere recuperar ‘Harris’, su apellido de soltera, porque asegura que llamarse Hefner le está perjudicando a la hora de conseguir trabajo. En algunos extractos de la publicación, la modelo da a entender que de alguna manera se arrepiente de haberse casado con el magnate. Asegura que «nunca estuve enamorada» y cree que sólo la quiso para que le acompañase durante sus últimos años de vida : «Me di cuenta de que estaba lidiando con un desequilibrio de poder realmente grande». «Siento como si me hubiera lavado el cerebro» y que le aisló en «una cárcel de oro». Hasta tal punto que una asignación de 1.000 dólares semanales para los cuidados estéticos que él dictaba: «Para teñirme, tenía que decolorarlo primero y eso me quemaba el cuero cabelludo. Me salían ampollas. Por alguna razón pensé que todo esto era normal y eso es lo que significaba ser vista como hermosa a los ojos de Hef », reconoce.



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Author : (abc)

Publish date : 2024-01-26 13:26:20

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