Lo de salir de Madrid escopetado en cuanto se acerca el fin de semana no es algo tan moderno como parece. De hecho, buscar en cuanto se podía rincones en los que desahogarse de los tejemanejes propios de la Corte ha sido una costumbre muy practicada desde antiguo y con cierto ahínco por muchos de nuestros reyes. Uno de tantos, al menos el primero al que se atribuye una especial querencia por los bosques de Valsaín , en la vertiente norte de la Sierra de Guadarrama , fue Enrique III, que encontró en ellos un paraíso frondoso, selvático y repleto de buena caza a la que entregarse con pasión. A él se debe la construcción de un pequeño pabellón de caza en el que descansar o refugiarse de las tormentas. Sea el caso que quien lo ha investigado señala en aquellas primeras incursiones venatorias los orígenes más remotos del hoy suntuoso, ordenado, lujoso, versallesco y rimbombante palacio Real de La Granja de San Ildefonso . Como es fácil de imaginar, entre aquella cabañita de caza y el fantástico palacio que vemos hoy median una cantidad tan inmensa de episodios, casualidades y fuerza de voluntad que resulta del todo imposible resumir en cuatro líneas. Lo que sí se puede, aun a costa de simplificar bastante el relato, es señalar que reyes como Enrique IV o Felipe II continuaron cultivando su querencia por estos magníficos bosques de Valsaín, siempre ideales para una escapadita de la Corte instalada en Madrid. Al último se debe la construcción de un palacete en condiciones, es decir, con las comodidades propias de la época y con un estilo que recordaba bastante a El Escorial. Es tras el incendio de este palacio, del que apenas pueden rastrearse hoy unos pocos restos perdidos en el interior de la localidad de Valsaín, cuando Felipe V decidió comprar los terrenos de una finca que los monjes de El Parral tenían en la proximidades -en realidad la ‘granja’ que ha permanecido en el topónimo- para levantar ahí un palacio que le recordara a los palacios de su infancia en Versalles y Fontainebleau. Noticia Relacionada Valladolid estandar No Un colaborador de Cuarto Milenio llena de turistas un castillo del siglo XV Javier Prieto Gallego La idea no era otra que procurarse un lugar lo suficientemente apartado del mundo -aunque no tanto- en el que disfrutar de un retiro al estilo del que llevó Carlos V en el monasterio de Yuste tras abdicar de su reinado. Y es así como dan comienzo unas obras de cuya finalización, en 1724, se conmemora este año su 300 aniversario. El resultado es un suntuoso espacio al gusto franco pero en el que quedó también muy bien reflejada la moda italianizante que imperaba en el momento, con unos jardines como los que se estilaban en las villas señoriales italianas, con profusión de escenografías mitológicas y predominio de los juegos de agua. Las circunstancias quisieron que la prematura muerte de su hijo Luis I obligara a Felipe V a volver de nuevo al trono tras una breve abdicación de siete meses. Un hecho que tuvo como consecuencia indirecta que el palacio continuara siendo utilizado y engrandecido por la Corona como uno de sus lugares preferidos tanto para escaparse del mundanal ruido como para la realización de algunos de sus actos más señalados. Además de dedicar tiempo suficiente a un paseo por los siempre apetecibles jardines, cuya visita es gratuita , en el recorrido por el interior del palacio resultan espectaculares la colección de lámparas de bronce y cristal procedentes de la Real Fábrica de Vidrio de la Granja, los tapices de Van Orley, los denominados de Honores y Virtudes, inspirados en cartones de Goya, o las pinturas sobre cristal de Luca Giordano, de finales del siglo XVII. Un año de celebraciones Las celebraciones del 300 aniversario de la constitución del palacio y los jardines como Real Sitio han dado comienzo ya este año con la realización de un ciclo de conferencias titulado ‘300 años de La Granja: una red de fuentes y colecciones artísticas’. Ha sido solo el arranque de un denso programa de eventos y actividades que se irán desarrollando a lo largo del año y entre las que figuran la realización de visitas extraordinarias para dar a conocer rincones del palacio que habitualmente no se enseñan, como las buhardillas, la Torre del Reloj o la piscifactoría histórica , la primera que se creó en España. También conciertos, exposiciones, conferencias y obras de restauración que mejoraran la experiencia de la visita y la sostenibilidad de las instalaciones.
Source link : https://www.abc.es/viajar/destinos/espana/palacio-versallesco-rodeado-bosques-felipe-escapaba-madrid-20240324162235-nt.html
Author : (abc)
Publish date : 2024-03-24 12:24:38
Copyright for syndicated content belongs to the linked Source.