Que la quimio le llegue al paciente en un sillón de una sala donde otras personas están en la misma tesitura, y permanezca allí durante horas, o que ese tiempo lo pase en el sofá de su casa, con sus libros y la compañía de los suyos, son dos escenarios completamente distintos. La primera secuencia es la más habitual a día de hoy; la segunda sólo la disfrutaban algunos pacientes oncológicos, los del Hospital Gregorio Marañón, que contaba con este sistema de quimioterapia a domicilio desde hace algunos meses. Pero ahora, el tratamiento oncológico en casa se va a extender a todos los demás hospitales públicos madrileños. Así lo anunció ayer la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, durante el Foro ABC, con el CEU como colaborador institucional y Valdecarros Madrid como colaborador. La idea es humanizar el tratamiento, facilitarle la vida a los pacientes, y evitarles desplazamientos, que en ocasiones les resultan costosos o contribuyen a su agotamiento físico y mental. Además, el ambiente doméstico resulta mucho más aséptico que el hospitalario, por lo que no desplazarse y no permanecer en una sala de hospital durante horas reduce los riesgos a personas que están inmunodeprimidas. La idea que ayer avanzó la presidenta regional es que la Comunidad de Madrid extenderá el programa de tratamiento oncológico a domicilio que ya existía a todos los hospitales públicos de la región. «Facilitaremos la asistencia sanitaria en el hogar del paciente que lo solicite», explicó Díaz Ayuso. Este plan permitirá a los afectados recibir, por ejemplo, la quimioterapia en el salón de su casa. El programa, que ya funcionaba en el Hospital Gregorio Marañon para sus pacientes oncohematológicos desde comienzos de este año, va a extenderse ahora al resto de centros públicos hospitalarios. Y su objetivo es claro: trata de hacer «la vida algo más fácil y llevadera» a los pacientes, señaló. Funcionará, eso sí, sólo en aquellos pacientes que lo requieran, ya que es un programa voluntario; y que reúnan las condiciones físicas y la situación clínica precisa para ello. Es, insisten desde la Consejería de Sanidad, que dirige Fátima Matute, un nuevo modelo de atención, que garantiza la misma seguridad que en el hospital, pero una mayor confortabilidad e intimidad para el usuario. A la hora de bajar a los detalles técnicos de la medida, el personal de Enfermería será el encargado de realizar las visitas a domicilio, acompañado si fuera necesario de un médico. Dispondrán de todo el equipamiento necesario, incluso para afrontar cualquier eventualidad derivada del tratamiento, indicaron en la Consejería de Sanidad. Y además, el servicio estará coordinado con el Servicio de Farmacia, en función de la medicación que tengan pautada los pacientes por los responsables de Oncología y de Hospitalización Domiciliaria. Este servicio preparará el compuesto a utilizar en el momento convenido, y podrá contar además como herramienta de apoyo de una aplicación para el seguimiento del tratamiento. Todos los detalles están pensados en este programa, de manera que no queden cabos sueltos que puedan originar molestias a los pacientes. Por eso, la iniciativa también incluye el seguimiento de las analíticas, para evitarle a los pacientes desplazamientos innecesarios por este motivo. Recuerdan desde el Gobierno regional que para este tipo de pacientes, tener que ir hasta el hospital para un análisis puede resultar no sólo incómodo, sino en ocasiones también complicado. Habrá además un teléfono directo que permitirá además realizar videollamadas con el médico para consultar cualquier duda que se presente durante el tratamiento o después del mismo. Desde hace algún tiempo, en la Consejería de Sanidad trabajan en medidas que favorezcan la humanización del trato al paciente. En este mismo sentido, además de esta medida, se trabaja también en otras como un mayor seguimiento de las analíticas del enfermo, de manera que se puedan hacer coincidir en el tiempo diferentes pruebas, para evitarles viajes al centro hospitalario. Según el cronograma con el que trabaja la Consejería de Sanidad, la red de asistencia domiciliaria oncológica estará implantada en el 50 por ciento de los hospitales públicos de la región para el año que viene. Además, se extenderá a todos los demás a lo largo de 2026. Esto significa que unos 1.250 pacientes se podrán beneficiar de este servicio de quimioterapia a domicilio en el año 2026, mientras que en 2025 podrán ser entre 300 y 600 los que ya reciban este tratamiento en casa. El pionero en la hospitalización a domicilio es el Hospital Gregorio Marañón, que creó una unidad específica en 1981, aunque no para el tratamiento oncológico sino para otras dolencias. Su ejemplo sirvió de modelo al resto, y ahora hay más de 130 unidades en el Sistema Nacional de Salud. Básicamente, su misión es atender a pacientes que requieren cuidados especializados de rango hospitalario pero hacerlo en su propio domicilio. Se les garantiza una eficacia y seguridad similares a las que recibirían mediante una hospitalización convencional, pero tienen la comodidad de estar en su casa, más cómodos y sin romper tanto el ritmo de vida familiar como cuando se produce un ingreso hospitalario. A partir de 1995, esta unidad abrió su cartera de servicios para atender a todo tipo de pacientes, tanto provenientes de servicios médicos como quirúrgicos. De hecho, existía la posibilidad de quedar ingresado directamente en esa unidad desde el servicio de Urgencias, desde consultas externas o desde Atención Primaria. Esta hospitalización domiciliaria ayuda a la economía de recursos, y es especialmente bien recibida en el caso de los pacientes menores, que cuando la situación clínica lo permite, pueden curarse de las afecciones que tengan en su propia cama, rodeados de sus juguetes y con su entorno familiar.
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Author : (abc)
Publish date : 2024-09-17 02:43:15
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