La Luna carece de atmósfera y su temperatura varía entre los más de 200 ºC del día a los -184 ºC por la noche (excepto en los polos, que se mantiene a un ‘agradable’ ambiente de -96 ºC). Además, sufre periódicamente bombardeos de rocas espaciales, lo que provoca que su superficie esté cubierta por un fino polvo, llamado regolito. Estas diminutas partículas se adhieren casi de forma imperceptible a todo, lo que provocó más de un susto a los astronautas del Programa Apolo, los únicos, que, de momento, han pisado la superficie de nuestro satélite. Todo ello acompañado por una radiación brutal que no permite que ningún la vida de la Tierra florezca allá arriba. Después de visitarlo de forma fugaz, ahora la humanidad se ha propuesto colonizar este ‘idílico’ paraje de forma permanente. Ahora, más de medio siglo después de la llegada del primer hombre a la Luna, sabemos mucho más acerca de ella: desde cómo se formó a la más que probable existencia de túneles subterráneos que podrían ser clave para los futuros asentamientos. Pero, aún con toda esta información, los astronautas que vayan allí se enfrentarán a grandes retos derivados de largas estancias de los que, probablemente hoy, ni siquiera imaginemos. Para intentar limitar la incertidumbre al máximo, la Agencia Espacial Europea (ESA) junto con la Agencia Aeroespacial Alemana (DLR), han creado una suerte de réplica de la Luna en sus instalaciones de Colonia (Alemania), la base de operaciones de los astronautas europeos. Las instalaciones, que se han presentado este miércoles, servirán no solo para los próximos exploradores espaciales, sino para científicos, ingenieros y expertos en misiones que preparen el abordaje a nuestro satélite. «La inauguración de LUNA marca un hito importante en los esfuerzos de exploración espacial de Europa. Esta instalación única, con su capacidad para reproducir las condiciones lunares, mejora nuestro conocimiento de la Luna y nos prepara para futuras misiones. Estamos orgullosos de liderar este proyecto, que sitúa a Europa a la vanguardia de la exploración lunar y más allá, al tiempo que fomenta la colaboración internacional en la investigación espacial», señaló El director general de la ESA, Josef Aschbacher, durante el acto en el que también estuvieron presentes la Presidenta del Comité Ejecutivo del DLR, Anke Kaysser-Pyzalla, el Ministro Presidente de Renania del Norte-Westfalia, Hendrik Wüst, la Vicepresidenta del Estado de Renania del Norte-Westfalia, Mona Neubaur, y la Coordinadora del Gobierno Federal para la Industria Aeroespacial Alemana, Anna Christmann, así como representantes de la NASA. La infraestructura, bautizada como LUNA, abarca un área de 700 metros cuadrados. Para recrear el ambiente lunar se han utilizado 900 toneladas de granos y rocas volcánicas derivadas del basalto, procesadas para crear un material que simula al regolito. Además, un área de suelo profundo permitirá perforar y tomar muestras hasta a tres metros por debajo de la superficie, lo que no solo permitirá realizar ensayos a los futuros astronautas que viajen a la Luna, sino también a los equipos científicos que quieran un entorno parecido al de nuestro satélite para realizar sus experimentos. Cada día en la Luna -que equivale a 29 días terrestres, con más o menos una mitad diurna y otra nocturna- se recreará gracias a un simulador solar que imitará incluso las condiciones de luz en las regiones polares de nuestro satélite. Y todo estará conectado en tiempo real con los centros de control de misiones en Alemania, aunque podrá transmitir a otros centros por todo el mundo. Es más: la idea es que en el futuro las instalaciones estén enlazadas con la estación Lunar Gateway (que orbitará la Luna del mismo modo que hoy lo hace a la Tierra la Estación Espacial Internacional) o incluso con los propios asentamientos sobre nuestro satélite. Además está previsto que próximamente se incluyan características adicionales, como un sistema de grúas que imita el cambio de gravedad o una rampa ajustable para probar la movilidad en las pendientes lunares. «Estoy entusiasmado con LUNA -señaló el astronauta de la ESA Thomas Pesquet -. Esta instalación única en su tipo brindará a Europa una oportunidad extraordinaria de entrenarse en condiciones lo más parecidas posibles a las que se pueden esperar en la superficie de la Luna. Vivimos en un momento histórico para los vuelos espaciales tripulados y estoy ansioso por formar parte de la aventura colectiva que llevará a los astronautas europeos alrededor de la Luna y, finalmente, a su superficie«. LUNA está diseñado como un centro abierto, disponible para agencias espaciales, academia, investigadores, industria espacial, empresas emergentes y pequeñas y medianas empresas de todo el mundo.
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Author : (abc)
Publish date : 2024-09-25 14:28:22
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Un trozo de la Luna en el corazón de Alemania: presentan la nueva base de operaciones de los astronautas europeos
