El año 2024 ha puesto a prueba la estabilidad de la Familia Real de Noruega debido a una cadena de escándalos protagonizados por Marius Borg Høiby (27 años), hijo mayor de la Princesa Mette-Marit (51 años). Marius ha sido el centro de varias polémicas que incluyen denuncias por agresiones a exparejas y situaciones que han hecho que el público noruego cuestione la imagen y el rol de la monarquía en el país. La última serie de incidentes, que involucraron su arresto tras un altercado en su propio apartamento en Oslo y el supuesto incumplimiento de una orden de alejamiento, se suman a las controversias que rodean a su círculo social, algunos de cuyos miembros están bajo i nvestigación por tráfico de drogas . Las filtraciones de audios en los que Marius alude a un acuerdo tácito con la prensa para proteger su imagen han provocado una reacción aún más crítica en la sociedad noruega, que espera explicaciones de la Casa Real. Hasta el momento, ni la Princesa Mette-Marit ni su esposo, el Príncipe Haakon (51 años), han emitido declaraciones públicas sobre las polémicas que rodean a Marius. Sin embargo, contra toda expectativa, el Rey Harald V rompió el silencio de la familia en un discurso reciente, que ha sido interpretado como una respuesta a la presión que la monarquía enfrenta por estos acontecimientos. En la gala anual en honor a los parlamentarios noruegos, el monarca de 87 años se dirigió a los presentes con una mezcla de humor y solemnidad , y abordó sin rodeos las dificultades que atraviesan, aunque sin mencionar directamente a Marius. «Somos una familia con las alegrías y los desafíos que todos sabemos que esto conlleva. Tanto en los buenos tiempos como en los difíciles, intentamos estar juntos y apoyarnos unos a otros«, expresó el Rey con seriedad en su discurso, marcando un tono que dejó entrever el malestar de la familia. Estas palabras, aunque sin destinatario explícito, reflejaron la voluntad de Harald V de reconocer el momento complejo que atraviesa la Casa Real sin caer en detalles, y han sido tomadas como una referencia sutil a la situación de su nieto , cuyo comportamiento ha generado una fuerte crítica pública. Además de su reflexión sobre los tiempos difíciles, Harald dedicó un momento a agradecer a quienes han mostrado preocupación por su salud. El monarca tuvo que enfrentar una complicada intervención médica en febrero de este año, cuando fue ingresado de urgencia en un hospital en Malasia debido a una infección que contrajo durante unas vacaciones con la reina Sonia. Al respecto, declaró: «Agradecemos toda la calidez y consideración que nos han mostrado en este año tan especial y exigente, desde que regresé a casa en febrero transportado en una camilla aérea». El rey prosiguió con una afirmación que resonó en la audiencia: «A veces la vida es muy difícil. Es algo que cualquiera puede experimentar, incluida nuestra familia«. Con esta frase, Harald subrayó el carácter universal de los desafíos personales, que incluso en el contexto de una familia real no pueden eludirse. Los medios noruegos y europeos han analizado ampliamente el discurso del rey, interpretando que sus palabras reflejan una postura de aceptación ante la presión pública y una muestra de transparencia frente a la creciente preocupación de los ciudadanos. La revista alemana ‘Bunte’ lo resumió en un artículo, subrayando que el monarca, con su discurso, «combinó hábilmente humor y seriedad , provocando risas al hacer alusión a su propio futuro sarcófago, pero adoptando un tono reflexivo para referirse a los últimos acontecimientos que han sacudido a su familia«. La controversia en torno a Marius Borg Høiby ha resonado más allá de Noruega, y los medios locales no han dudado en condenar los actos del hijo de la Princesa Mette-Marit. Ulf André Andersen, editor de la respetada revista noruega ‘Se og Hør’, publicó una carta abierta dirigida a Marius, en la cual expresaba su firme postura: «Mereces estar en la cárcel» , sentenciaba el periodista en un artículo que se convirtió rápidamente en un tema de conversación en el país. Andersen recordaba que, en el pasado, Mette-Marit había apelado a la prensa para que se respetara la privacidad de su hijo, y esto llevó a los medios noruegos a reducir la cobertura sobre él. No obstante, la reciente oleada de incidentes ha reavivado el interés mediático, y los medios parecen haber perdido la paciencia. La carta de Andersen fue particularmente dura, pues destacaba la responsabilidad de Marius de asumir las consecuencias de sus actos: «La violencia y las amenazas son reprobables y, cuando suceden en relaciones cercanas, alcanzan el nivel más bajo de la sociedad. Es tu última oportunidad. Tienes que demostrar que estás dispuesto a dejar atrás todo el pasado de alcoholismo, drogas, violencia y asociaciones criminales», escribió el periodista, sin miramientos. A su vez, lanzó una crítica a la Familia Real, acusándola de encubrir los escándalos de Marius en un intento de proteger la reputación de la institución. Pese a la postura del Rey Harald en su discurso, la complejidad de la situación y la gravedad de las acusaciones en torno a Marius Borg Høiby han generado una ola de debate sobre el papel de la monarquía en la sociedad actual. Algunos analistas sostienen que el rey, con su discurso, intenta abrir un espacio de reflexión pública sobre los desafíos internos de la familia, ofreciendo una dosis de honestidad sin perder la discreción que tradicionalmente ha caracterizado a la monarquía noruega.
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Author : (abc)
Publish date : 2024-10-27 18:00:00
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