Al más puro estilo Nadal, no se puede decir que se haya visto el último partido de Rafael Nadal . Ha dado todo lo que ha tenido, pero no ha sido suficiente ante Botic van de Zandschulp . Y con lo que ha visto de sí mismo, asume que no está listo para más. «Lo que es privado es privado. No ha sido una decisión fácil para el capitán. David Ferrer ha puesto en la pista el jugador que ha sentido que tenía más opciones de ganar. Ha habido muchas conversaciones en esta semana. Después del entrenamiento de ayer, David confió en que yo era el jugador que tenía que jugar. Y sabía que jugar el primer punto tenía un riesgo. Pero sé que David ha decidido por el bien del equipo, no por mi bien. Esto no es mi decisión. Por eso tenemos un capitán. Yo no lo soy», descargó la responsabilidad. Ha sentido las emociones a flor de piel, durante el himno, durante el partido, y durante toda la semana. «Perdí mi primer partido de la Copa Davis y pierdo el último: cerramos el círculo. Sabía que podía ser mi último partido como tenista profesional. Los momentos previos han sido emocionantes, un poco difíciles de gestionar. He intentado hacerlo de la mejor manera posible, intentando tener el control. No ha sido suficiente. Ha habido un pequeño resquicio y no ha podido ser. Y el otro ha sido mejor que yo», asumía ante la prensa. Serio, ceja levantada. Sensaciones agridulces por no haber podido ayudar al equipo, pero no se fustiga. Aunque sí pone sobre la mesa las razones de su derrota ante el neerlandés: «He intentado tener toda la energía para jugar el partido. No he tenido la capacidad de estar bien como para tener el control. En una pista que es muy rápida y en los puntos no tienes tiempo para pensar. Cuando estás fuera de competición es difícil seguir el ritmo. Y todo se decide con detalles: reacciones rápidas que necesitas que funcionen de manera automática, sin pensar, pero no tengo los automatismos de los que están en el circuito. No tenía la agilidad mental para hacer las cosas sin pensar. He sido siempre autocrítico y duro conmigo mismo para ser mejor, pero no lo haré hoy. Que puede ser mi último partido, no voy a ser duro. He hecho lo que he podido, no me ha dado para más». Dice que no quiere ser autocrítico, que lo ha sido durante veinte años, pero lo es, aunque mira con un poco de esperanza al futuro: «Seguiré entrenando para, si se dan las circunstancias de poder estar en la pista, intentar hacerlo mejor que hoy. No puedo pensar en qué podría haber hecho mejor. Ahora toca animar al equipo». Pero sí sabe qué haría en caso de ser capitán y hay otra oportunidad el viernes: «Si soy yo el capitán, no me podría en el siguiente partido». Y no porque no tenga ganas, sino por lo que se ha visto él mismo en la pista. Pocos tan realistas como él: «Esto lo viviría todos los días si pudiera. Una cosa es lo que me apetezca y otra lo que creo que es mejor para el equipo. Hoy no se sabía lo que era mejor para el equipo. Estaba la incógnita de cómo respondería en competición porque no había datos. Y en los entrenamientos había funcionado más o menos bien. Ojalá se pudiera dar la situación y seguiré trabajando para ser elegible para seguir jugando, dobles o individual. Solo digo que visto lo que he visto de mi nivel en competición en comparación de entrenamientos. No es que no tenga ganas, es lo que yo creo que sería mejor para el equipo. Si pasamos y el viernes me dice David sal tú, yo saldría con la máxima ilusión». Se despidió, tras nueve preguntas, con un gracias hacia el apoyo recibido en est Martín Carpena, y por todo el mundo: «No puedo agradecer lo suficiente a toda la gente que me ha ayudado sin parar. El público ha estado increíble, como siempre que ha estado cuando he jugado en España. He intentado tener la energía adecuada y la mejor actitud. Pero no ha sido suficiente».
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Author : (abc)
Publish date : 2024-11-19 19:39:18
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